¿Cómo no acudir al llamado de la Bandera de la Paz?
Tlaxcala, cuna de la nación como es nombrada, se convirtió de pronto en un centro de reunión de Instituciones de varias partes del país como el Estado de México, Veracruz, Puebla, Chihuahua, Monterrey, Irapuato y el Distrito Federal, un llamado a nuestro espíritu y el profundo deseo de recibir el símbolo sagrado tan anhelado por nosotros nos llenó de alegría y fuimos al encuentro de ese momento que ha quedado grabado en nuestras almas para siempre.
La entrega de la bandera de l Paz en Tlaxcala, para nosotros ha sido una experiencia maravillosa.
Constatamos que somos cada vez más quienes abogamos por ese cambio que tanto necesita nuestra amada Tierra. Honestamente no sabía yo del alcance tan grande que ha tenido la labor que la Dra. Alicia Rodríguez desarrolla y todos aquellos lugares a los que ha llegado.
Estamos profundamente agradecidos por lo que pudimos compartir y sumarnos a esta bendita labor.
Hay lugares donde se requiere de mucho trabajo y el sólo hecho de recibir la Bandera de la Paz, es un aliciente muy importante para seguir en esta lucha por la paz por todos ansiada.
Ser agente de paz desde los más pequeños e insignificantes actos, momentos o acciones hacen de nuestro actuar pacífico un estilo natural de vida.
El despertar de conciencia nos da la pauta para convivir en paz, y la auténtica fraternidad diaria nos ayuda a desarrollarnos profesionalmente en el ámbito de la vida diaria ante una diversidad de pensamientos y filosofías al servicio de la humanidad sobre todo en este tiempo de crisis tan profunda, y el sensibilizarnos ante la naturaleza y todo lo que nos rodea pero sobre todo iniciarlo como mencionaron, en la infancia es un deber como padres y como co-creadores traerán mejores tiempos para este Planeta.
Carlos Sánchez Ortiz |